Yo estuve, hace un par de años, en la casa de Miguel Hernández, en el pueblo alicantino de Orihuela. Estar ahí es la sensación de haberse parado el tiempo. Incluso estando allí, me reconfortaba imaginar, aunque no fuese así, que el olor del lugar era el mismo que habitó Miguel Hernández. Para mí fue una experiencia muy enriquecedora. Eso sí, la visita fue sin guía. Me hubiera gustado guiada, pero en ese momento no pudo ser.
Sin duda, la recomiendo.
Me ha llamado la atención la fotografía de tu post. Nunca he estado en las islas. Espero algún día ir y poder visitar ese hermoso lugar.
Saramago nunca decepciona y, visitar la casa de quién admiras es todo un privilegio. ¡Buena lectura!
Privilegiada, así me sentía. Gracias, Sonia. 🙂↕️
Yo estuve, hace un par de años, en la casa de Miguel Hernández, en el pueblo alicantino de Orihuela. Estar ahí es la sensación de haberse parado el tiempo. Incluso estando allí, me reconfortaba imaginar, aunque no fuese así, que el olor del lugar era el mismo que habitó Miguel Hernández. Para mí fue una experiencia muy enriquecedora. Eso sí, la visita fue sin guía. Me hubiera gustado guiada, pero en ese momento no pudo ser.
Sin duda, la recomiendo.
Me ha llamado la atención la fotografía de tu post. Nunca he estado en las islas. Espero algún día ir y poder visitar ese hermoso lugar.
Que pases un buen día 😃
Muchas gracias por tu recomendación y comentario.
Lanzarote es uno de mis refugios favoritos. Anímate! 🏝️
Feliz finde!
Gracias por hacerme parar y reflexionar, Ana. Aprender, qué verbo tan bonito y qué bonito saber que estás en el camino 🌸