comenzar a escribir
¿Qué es escribir? ¿Es, acaso, lo contrario de leer?
En el medievo quien sabía leer no necesariamente podía escribir. Yo creo que hoy en día tampoco. No me refiero al hecho de ordenar letras y nombrar gráficamente; me refiero a la diferencia que cabe entre la persona lectora como aquella que lee y la escritora aquella que escribe. Y lo digo con pesar, pues ojalá todas las personas lo hiciesen, escribir no es un arte, es una cualidad humana, que precisamente nos diferencia del resto de los seres vivos.
Escribir registra la memoria.
Escribir calma, escribir sana.
Escribir da miedo porque parece que hay que hacerlo perfecto, porque todo el mundo puede cuestionar el qué y el cómo escribe otra persona.
Escribir es necesario como respirar.
Para Myriam Nemirovsky, lo escrito forma parte de nuestro espacio mental. A mí esta frase me tiene total sentido. Escribo en mi mente a diario, de manera consciente e inconsciente. A veces incluso me pillo borrando mentalmente y cambiando alguna palabra por otra para que la oración tenga el significado que busco.
Para Cicerón, escribir es el medio más eficaz para llegar a expresar un buen discurso. De esta idea surgiría toda una escuela con su método basado en las etapas de la elaboración de la obra: anotación de ideas, expresiones y esbozos, ordenación de la forma según las reglas de la prosa o el verso, escritura manuscrita y corrección o retoques.
Para Jean-Louis Lebrave lo escrito es un objeto que está en el espacio. Para Anna Camps en lo escrito siempre podemos volver hacia atrás.
Me gusta pensar, así se lo transmito a mis alumnos, que un texto se revisa por incompleto, no por erróneo. Todo lo que escribas estará perfecto siempre, mientras lo retoques estará incompleto.
Hay quien dice que escribe sin pensar para quién. Yo prefiero pensar que siempre hay un para quién, pues dependiendo de ello obtendremos un texto u otro. El para quién lo cambia todo.
Me gusta pensar en los escritores, en su escritura como acto de creación y mucho más me gusta pensar en las escritoras, en su escritura como acto de creación y rebelión.
La escritura es un acto creativo, rebelde, honesto, humano, emotivo, casi visceral, para nada pusilánime, muy valiente y, por supuesto, vulnerable.
Escribir es conectar, es poner una parte de una misma a disposición de un algo que va más allá de lo físico, más energético que material capaz de traspasar tiempo y espacio.
Escribir es un acto social que se transmite de una mente a otras gracias a un código escrito cuyo significado rebosa de las palabras y lo inunda todo.
Escribir es mágico, yo lo pienso ahora, en un tiempo que ya se ha desvanecido y lo escribo en este instante y ahora, en este instante es cuando tú lo lees y jugamos y nos disfrazamos y al mismo tiempo nos mostramos totalmente como somos tú y yo.
Gracias por leer y, así, permitirme escribir.
Te pido y animo a que escribas: si ya lo haces no dejes de hacerlo, si no lo has hecho nunca te animo a que lo hagas y si no sabes por donde empezar, escríbeme y te ayudo.
Un comentario
La curiosidad picada y la gratitud de completar el ciclo