Ayer, no me preguntes el porqué, te diré el cómo, me enteré, por primera vez en mi vida de que existen dos mamíferos que ponen huevos. Uno, el ornitorrinco, lo conocía, vamos, que sabía de su existencia porque en mi vida he visto uno. El otro… del otro no tenía ni idea.
El equidna.
Es una mezcla entre oso hormiguero y erizo. Tiene muchas más peculiaridades que nacer de un huevo; mi alumnado ayer flipó con su órgano reproductor (cosas en las que se fijan los preadolescentes).
El caso es que ayer por la noche, en el sofá, R y yo, vimos el penúltimo episodio de la última temporada de Fargo.
Y aquí me detengo un poco a contarte que es mi temporada favorita, que estoy súper orgullosa de que una serie como esta haya tratado el tema de la violencia de género de esta manera. Gracias.
En este episodio, Scotty , la hija de la protagonista, está hablando con su padre sobre los dos mamíferos ovíparos y… tachán, menciona la equidna.
Di un brinco en el sofá, ¿cómo es posible que en menos de 12 horas esta palabreja, este bichejo llegue a mi consciencia, así de esta manera?
Es muy fuerte la sensación que siento cuando me percato de algo. Uranazos, los llamo, copiando a mi profe de astrología. Yo los colecciono, los escribo en libretas, o en las cartitas, intento guardarlos como tesoros, volver a ellos.
Buscando información esta mañana sobre la equidna (más allá del mamífero) comprendo que el nombre viene de la mitología griega y significa ninfa monstruosa. Junto con su compañero Tifón intentó destruir el Olimpo, ese famoso monte de los dioses, sin éxito y fue condenada por ello. Se escondió por siempre en una cueva posiblemente en Siria hasta que fue asesinada mientras dormía. Madre de cientos de monstruos se la relaciona con Lilith, el personaje que más me apasiona desde que, hace unos años en una obra teatral, supe de ella.
Lilith ha vuelto a mi conciencia hace unas semanas estudiando astrología. Ni siquiera es un astro. Es un punto matemático que depende del ciclo lunar. No puede ser más especial. En la carta astral nos habla mucho de la sombra, de lo que no queremos mostrar, de esa área de la vida en la que puedes ser diferente.
Lilith fue pareja de Adán antes que Eva y condenada a largarse del paraíso y vagar a escondidas dando a luz miles de demonios por no obedecer, por querer ser diferente a lo que se esperaba de ella.
Y mientras hilo una cosa con otra, y otra con la siguiente, solo puedo agradecer de estar rodeada de tanta juventud en mis mañanas. En un par de horas vuelvo a sumergirme entre hormonas y sonrisas cálidas. Soy tan afortunada. A ver qué me despiertan hoy.
Fijémonos más en la infancia, son la luz del futuro.
Me ha encantado Ana.
Un saludo.
Precioso!!!!! Gracias por compartir tus uranazos. Me ha gustado mucho, me pongo a investigar