Este verano he leído mucho, muchísimo.
Durante el período escolar leo mucho pero poca novela. Lo que más leo es ensayo pedagógico y astrológico, los dos temas que me apasionan que están dentro de lo que para mí es bienestar y autoconocimiento.
Las novelas las dejo para las vacaciones.
He descubierto una autora que me encanta: Maggie O’Farrel
La extraña desaparición de Esme Lennox me la prestó mi amiga Paula y me lo leí en un día. Un día. No podía dejar de leer, empecé temprano por la mañana y a las doce horas estaba terminado.
La historia parece increíble pero sobre todo me enganchó la manera de contarla. Nunca había leído nada igual, de una manera tan envolvente, sugerente, intrigante. Para mí fue un auténtico disfrute literario.
Hace unos días me terminé otra novela de la autora, Instrucciones para una ola de calor. Lo empecé en el avión en mi último viaje a Lanzarote y lo terminé en el vuelo de vuelta. Estiré todo lo posible el libro pues no quería acabarlo (no quería por lo mucho que me estaba gustanto) pero quería leerlo durante este viaje. Me ha conectado mucho con muchas cosas que observé y sentí este mes, con los temas recurrentes de personas importantes para mí, incluso de los asuntos de los personajes de la serie que vi durante mi estancia en la isla (T2 de Mi otra yo) y también del tema que ha iluminado la luna llena en acuario del pasado día 19 en su tránsito por mi carta natal.
Esta mujer, Maggie, habla de los secretos de familia más oscuros como si se tratase de una receta gastronómica. A mí me deja una sensación de naturalidad desconcertante, es como si leyendo sintiese los gritos y susurros de mis ancestros diciéndome que existe más de lo que ni siquiera sé que no sé, que de lo que sí sé de mi familia.
Me he dado cuenta de lo muchisísimo que ignoro.
Por ejemplo, el otro día pregunté a mi padre sobre el suyo y descubrí de qué se había muerto y, solo con esa información, se hizo una luz, como si cables cortados durante mucho tiempo se conectaran.
Esta mañana he ido a devolver a la biblioteca el segundo de los libros de Maggie y he visto que hay otros dos títulos diferentes. En esta ocasión he decidido dejarlos para la próxima visita pues Paula, mi amiga, me ha prestado otro libro suyo, El retrato de casada, que empezaré esta semana.
Y tú, ¿te preguntas o haces preguntas a tus familiares sobre tus antepasados? ¿has leído alguna novela que recomiendes?
Te leo